23 SEP. 2025
La industria argentina tomó una decisión que reconfigura el mapa energético. Cada vez más empresas generan su propia electricidad para garantizar costos estables y continuidad en la producción. El último informe del INDEC mostró que en el segundo trimestre de 2025 la autogeneración en minería e industria manufacturera creció 7,4% interanual.
El dato más fuerte está en el autoconsumo. La energía destinada al uso propio se disparó 9,5%, mientras que la inyectada al Mercado Eléctrico Mayorista apenas subió 0,2%. El mensaje es claro. Las compañías ya no producen energía para vender, lo hacen para aislarse de la volatilidad de tarifas y la inestabilidad del servicio.
El sector manufacturero encabeza el cambio. Su autogeneración total subió 14%, con un incremento del 11,3% en consumo propio y un explosivo 48,2% en energía despachada al sistema.
La minería mostró un avance más moderado, aunque constante. El patrón se repite: cada vez más plantas invierten en infraestructura propia para sostener operaciones críticas. La cogeneración también se sumó a la tendencia. Al aprovechar el calor residual de procesos industriales, aumentó 0,6% y reforzó la búsqueda de eficiencia integral.
Este fenómeno no es una moda pasajera. La autogeneración refleja un quiebre en la relación entre la industria y la red eléctrica nacional. El sistema centralizado pierde terreno frente a una descentralización silenciosa. Las empresas invierten millones para ganar independencia y previsibilidad en un país donde la energía siempre fue un factor de riesgo.
Los analistas sostienen que la tendencia responde más a la necesidad que a una política pública. El sector productivo tomó la delantera y marca el rumbo en lugar de esperar decisiones estatales.
La paradoja es que, en algunos casos, las compañías terminan abasteciendo al propio sistema que intentan dejar de depender. La energía excedente se vende al mercado, aunque en volúmenes todavía marginales.
El debate ya se instaló entre especialistas. ¿La autogeneración es eficiencia y modernización o es un síntoma de desconfianza en la red nacional?
En cualquier escenario, el cambio es profundo. El país asiste a un proceso de descentralización energética sin precedentes en décadas.